Algo viejito que me encontré...
Siempre se sentía más bonita en las noches, cuando el silencio respiraba en su oído y el olvido le besaba los párpados. Lunas ciegas en la frente. Pero ella no sabía; a las sombras siempre les gusta arañar las manos y hacer surcos en la espalda.
1 comentario:
Nada, nada, toda tu ira contenida la vi en esa bota o botín, sea lo que sea que calzaras ese día, muy cerca de mi cara, tan cerca que me sentí, tú que siempre me besas. . .
:P
Me gusta el ambiente que recrea en su texto :)
Publicar un comentario