martes, 12 de julio de 2011

"I didn't eat for three days so I could be lovely"

Sobre teen-dramas anacrónicos, neurosis y otras jaladas.

A veces me desposeo y el mundo se puebla de un traqueteo indescifrable.
Caen pedazos de mi voz sobre mis pies mojados y de inmediato intento levantarlos.
Luego "entro en razón"; la voz no se arregla aunque rearme las piezas del teléfono, pero en el intento ya parí dos o tres demonios que escriben en mi espalda las formas de no morir en el desierto. Fantasmas que me abren surcos invisibles en el cuerpo. Esas cicatrices queman como la ausencia o el miedo. Pero son mías, me caminan y camino también.

Ya soy una niña grande; todo se arregla si voy a lanzar piedritas a tu ventana, aunque sea en mi delirio.



De repente también soy maestra: de mí aprendí lo perverso de la puerilidad.
De mí estoy aprendiendo a no tomarme en serio.

4 comentarios:

Jorge Nores dijo...

Crece pero no entres en razón, hay cierta locura que es encantadora, como lo que escribes.

Argelia dijo...

Aww, es cierto. Lo malo de la locura es el jodido insomnio. *Cara de zombie*

Manifiéstate más seguido, hombre.
Ya ni sus luces usted.
Menos Mario.

Un abrazotote coquetón. (:

Anónimo dijo...

No, tú locura no es una simple locura, es tú locura, el jodido insomnio es tan solo uno de los devaneos ;)

Un beso guapotota!!

(K)

·A· dijo...

Ah que bien saber que somos parte de los contrarios que tienen blog.

Yo le lanzaba piedritas a la ventana de Dim, hasta que una vez casi la rompo y me pidió amablemente que usa el timbre.

La visitaré periódicamente :D