jueves, 21 de abril de 2011

Sobre el primer suicidio


Yo no quería sentir todo esto,  por eso me maté
cuando la noche abrió grande su boca,
tragándome
en un alarido de estrellas…
Mi cuerpo vuelto voces corrió como perfume.
Y del perfume se formó una nube y la nube creció
entre la sombra de mis huesos,
hasta ser más terrible que la Angustia
de una madre que espera con los brazos vacíos.
Al temblor de la luna inmóvil
-ojo de muerto-
la nube llovió Fantasmas sobre la arena.
Algo con plumas cayendo a la tierra...
En el desierto solo la muerte y los Demonios
se precipitan como pájaros.
Porque cada noche
es igual al suicidio de una Niña
que se lanza de la cama hacia el espejo
con el corazón vuelto muecas y uñas y murmullos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusta harto como escribe as'te!!

:) Saludos